Existen reglas secretas, actitudes místicas y comportamientos que permiten a una persona que todo le vaya bien.
El médico suizo Theophrastus Bombast von Hohenheim, llamado Paracelso (1491-1541), aseguraba que en la ciencia, lo más importante era el conocimiento de la naturaleza.
"No vamos a seguir las enseñanzas de los viejos maestros, sino la observación de la naturaleza, confirmada por una larga práctica y experiencia. ¿Quién ignora que la mayor parte de los médicos dan falsos pasos en perjuicio de sus enfermos? (.....) Lo que el médico necesita es el conocimiento de la naturaleza y de sus secretos", aseguraba.
Pero Paracelso fue también un ocultista que hace 500 años decía que es posible ser un ganador, triunfador y lograr todo lo que se desea, si se siguen seis reglas de oro, de apariencia simple pero efectivas para lograr lo que deseamos.
Este genial hombre afirmaba que las fuerzas secretas de la naturaleza están confiadas a seres espirituales con mente positiva frente a las personas y a todo lo que les suceda. Y Paracelso sabía lo que decía, porque había llegado a conocer las fuerzas misteriosas del mundo invisible que nos rodea y que tienen gran influencia en nosotros.
- Primera regla. Gozar de buena salud; para ello se debe respirar con frecuencia en forma rítmica y hondamente, llenando bien los pulmones y expulsar el aire con ritmo hasta el final. Se debe también beber abundante agua todo el día y en pequeños sorbos. Comer mucha fruta, masticar los alimentos del modo más perfecto posible. Evitar el alcohol, tabaco, drogas y bañarse diariamente.
- Segunda regla. Desterrar toda idea posible de rencor, odio, pesimismo, tedio o tristeza. Huir como la peste de todas las personas que sean viciosas, ruines y murmuradoras, indolentes y vulgares.
- Tercera regla. Haz todo el bien posible. Siempre que puedas auxilia a quien lo necesite pero jamás tengas debilidad por ninguna persona. Debes cuidar tus energías y huir de todo sentimentalismo negativo.
- Cuarta regla. Olvida las ofensas y si es necesario esfuérzate por pensar bien de tu peor enemigo. Tu alma es un templo que no debe ser profanado por el odio.
- Quinta regla. Debes recogerte todos los días donde nadie pueda turbarte y meditar siquiera durante media hora. En ese lapso procura no pensar en nada. Ello fortifica energéticamente el cerebro y el espíritu, posibilitando el contacto con las buenas influencias. Ese es el tiempo de escuchar nuestra voz interior.
- Sexta regla. Jamás temas a las personas ni permitas que te provoquen sobresaltos. Procura que tu alma se encuentre fuerte y limpia y todo te saldrá bien.
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